Frecuentemente leo las cartas del lector del diario La Nacion.
Es muy gracioso ver lo que escribe la gente que lee ese diario (mayormente derechosos, reaccionarios, viejas pitucas escandalizadas y especímenes así).
(No es que tenga nada contra los viejos, pero sí contra los que pontifican con que "su época era mejor" y "había respeto de los derechos" o "los jóvenes se educaban en el servicio militar y no como ahora que se drogan", y piden una "vuelta los valores de la familia (heterosexual y eterna), la patria (capitalista) y dios (el de ellos)".)
Realmente no se dan cuenta que justamente estamos así por todo lo que pasó en sus épocas: somos el producto de esas épocas, así como nuestros nietos serán los productos de nuestra época.
Así que mejor construyamos nuestra época con los valores que queremos, dado que estamos construyendo al ser humano del futuro. (todas las generaciones lo hacen)
La regresión no conduce a nada. No se puede volver para atrás, aunque esté idealizado el pasado. (llevado al plano personal, no podemos volver a usar chupete ni pañales, recordando que en nuestra infancia "todo era mejor")
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Continuando con la crítica a esas cartas, las cuales encuentro muy divertidas (repito), es notable también como es que estamos en el Reino de lo Secundario.
Se privilegia, se exalta, se detienen en minucias que no van a la esencia del asunto...
¿Ejemplo?
Una carta, dice asi: (23 de enero del 2006)
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Es muy gracioso ver lo que escribe la gente que lee ese diario (mayormente derechosos, reaccionarios, viejas pitucas escandalizadas y especímenes así).
(No es que tenga nada contra los viejos, pero sí contra los que pontifican con que "su época era mejor" y "había respeto de los derechos" o "los jóvenes se educaban en el servicio militar y no como ahora que se drogan", y piden una "vuelta los valores de la familia (heterosexual y eterna), la patria (capitalista) y dios (el de ellos)".)
Realmente no se dan cuenta que justamente estamos así por todo lo que pasó en sus épocas: somos el producto de esas épocas, así como nuestros nietos serán los productos de nuestra época.
Así que mejor construyamos nuestra época con los valores que queremos, dado que estamos construyendo al ser humano del futuro. (todas las generaciones lo hacen)
La regresión no conduce a nada. No se puede volver para atrás, aunque esté idealizado el pasado. (llevado al plano personal, no podemos volver a usar chupete ni pañales, recordando que en nuestra infancia "todo era mejor")
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Continuando con la crítica a esas cartas, las cuales encuentro muy divertidas (repito), es notable también como es que estamos en el Reino de lo Secundario.
Se privilegia, se exalta, se detienen en minucias que no van a la esencia del asunto...
¿Ejemplo?
Una carta, dice asi: (23 de enero del 2006)
Muro de cemento:Sin palabras.
En la nota titulada «Una ciudad que no encuentra la paz», en referencia a Jerusalén, Elisabetta Piqué alude a lo que llama «el espantoso muro de cemento que Israel construyó en los últimos años». En verdad, sólo el 5 por ciento del recorrido de la cerca de seguridad es un muro de concreto; el resto es un sistema de alambradas.
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En verdad tenés mucha razón en lo que decis, no diré toda la razon, pues sería pecar de soberbio además de obsecuente ;), peor mas de una vez me he detenido a pensar cuando alguna persona mayor dice algo como "antes eso no ocurria, antes era mejor" o cosas por el estilo, también me he llenado de indignación, al ver los jubilados que (aunque es cierto que sufren condiciones a veces infrahumanas) se llenan la boca despotricando contra el gobierno de turno y la sociedad actual. "Señores (me dan ganas de decirle) estamos así por su culpa, en gran medida, y por culpa de sus padres (cuyo tiempo pasado también era mejor :P), porque se quedaron de brazos cruzados, ante muchas injusticas, porque permitieron el facilismo y la viveza criolla, porque cuando un gil iba ustedes ya habían vuelto..." pero sería también repartir culpas, sin mirar hacia adelante, sería repetir la misma historia, tranquilos pensando que hacemos las cosas bien, total la culpa no es mía, ya era así cuando llegué.
Que irónico, que uno se detiene y puede obser cuán grande es la desviación estandar, pero no logra ver el momento en el cual se desvía, entérminos menos matemáticos, observamos el despelote, pero no cuando metimos la pata y contribuímos a este.