Me despierto confuso. Estoy sudado y agitado, y no reconozco el lugar.
Intento serenarme, y recuerdo que estoy en otra ciudad, de visita para una tarea que no puedo eludir.
Miro el reloj y veo que dentro de una hora deberé salir, y enfrentarme a eso que tanto temo.
Ellos tienen poder sobre mí, y deberé cumplir sus exigencias como en otras ocasiones (*)
Pero esta vez es diferente. En esta ocasión soy parte de un conjunto humano con verdaderos lazos de solidaridad, amistad y cariño, y me siento apoyado por ellos.
Sé que no me dejarán a la deriva. (*)
También recuerdo los pequeños temores que he ido venciendo mientras me preparaba para esta ocasión. (*)
Esta vez me enfrentaré a ellos, porque sé que no son dueños de mi espíritu, y no controlan mi futuro.
Seguramente serán tiempos difíciles, y habrá días en los que flaquearé, pero no estaré solo. Y al recordar estos días en mi futuro, los veré como un paso más que di en mi avance, en esta eterna aventura que es la vida consciente.
Mientras me preparo para salir a la calle recuerdo todo lo que he hecho por otros, dando lo mejor de mi, y entonces siento que hay mas aire en mi pecho, y mas vida en mis venas.
¡No existe nada que pueda detenerme! me digo.
Y abro la puerta.
Intento serenarme, y recuerdo que estoy en otra ciudad, de visita para una tarea que no puedo eludir.
Miro el reloj y veo que dentro de una hora deberé salir, y enfrentarme a eso que tanto temo.
Ellos tienen poder sobre mí, y deberé cumplir sus exigencias como en otras ocasiones (*)
Pero esta vez es diferente. En esta ocasión soy parte de un conjunto humano con verdaderos lazos de solidaridad, amistad y cariño, y me siento apoyado por ellos.
Sé que no me dejarán a la deriva. (*)
También recuerdo los pequeños temores que he ido venciendo mientras me preparaba para esta ocasión. (*)
Esta vez me enfrentaré a ellos, porque sé que no son dueños de mi espíritu, y no controlan mi futuro.
Seguramente serán tiempos difíciles, y habrá días en los que flaquearé, pero no estaré solo. Y al recordar estos días en mi futuro, los veré como un paso más que di en mi avance, en esta eterna aventura que es la vida consciente.
Mientras me preparo para salir a la calle recuerdo todo lo que he hecho por otros, dando lo mejor de mi, y entonces siento que hay mas aire en mi pecho, y mas vida en mis venas.
¡No existe nada que pueda detenerme! me digo.
Y abro la puerta.
5/ABR/2008
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